Llegué, me senté y con ella me quedo ya para siempre.
Ella me dio mis alas, hasta ese momento no sabía ni que las tenía; me enseñó a alzarlas y me dio la confianza para emprender mi primer y más importante vuelo -SER YO MISMA.
Me he reído, emocionado, aprendido, reflexionado, ese tiempo con ella ha sido un tobogán infinito de aprendizaje.
Estas palabras, no son para nada una despedida, son un punto y seguido a nuestro trabajo juntas.
Todos deberíamos encontrar una Leticia en nuestro camino, yo encontré a la mía y tú?