Está claro que nuestros objetivos son concretos y específicos, pero muchas veces se convierten en METAS a largo plazo, muy peligrosas en el coaching, porque no se pueden conseguir de un día para otro y ese esfuerzo nos puede llevar a desistir o desenfocarnos; de ahí la importancia de crear pequeñas metas que nos lleven a la meta importante: NUESTRO OBJETIVO FINAL.
¿En que consisten estas metas intermedias? en los peldaños de nuestra escalera para llegar a la cima.
Si nuestro objetivo es que nuestra empresa tenga una visibilidad deberemos comenzar a crear un posicionamiento tanto a nivel empresarial como en redes sociales, si nuestro objetivo es personal como adelgazar tres tallas, deberemos comenzar con perder la primera talla o si es conseguir un trabajo, comienza redactando un buen curriculum vitae para presentar en un trabajo.
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Celebrar cada meta intermedia conseguida nos ayuda a centrarnos en lo inmediato, tomar conciencia del AQUI y AHORA, fundamental para enfocar nuestro proyecto personal o profesional a largo plazo. La motivación es la gasolina de nuestro motor, nuestro objetivo. El estímulo que te llevara poco a poco y conscientemente al final de la escalera, a la cima de tu proyecto, facilitando mediante motivación a conseguirlo.
Es muy importante que la recompensa que te des por conseguir esta meta no te aleje del objetivo final, es decir si tu meta era posicionamiento y creas una pagina en Facebook no la dejes aparcada sin atender o si ha sido adelgazar una talla, no te comas una tarta de chocolate, recuerda que las metas intermedias te llevan a la meta final.
Una de las mejores formas y mas sencillas de celebrar el conseguir una meta es felicitarte a ti mismo, darte un reconocimiento y sentirte orgulloso de esas pequeñas cosas diarias que conseguimos y nos motivan a seguir. Parece fácil pero te sorprenderá leer que hacernos un reconocimiento es de las cosas más difícil, valorarse es una traba que nos pone nuestro “ saboteador interior” esa voz que nos hace valorar lo de los demás por encima de lo nuestro, cuantas veces escuchamos a alguien al que se le felicita por un hecho la contestación de “ bueno no es para tanto”, “ ha sido la casualidad de estar en el momento justo” a pesar de esconder muchas horas de trabajo o dedicación, celebra desde el mas pequeño objetivo para convertirlo en un hábito, es la manera de reeducarnos, el reconocimiento es un premio merecido y justificado, PRÉMIATE y rodéate de personas que sepan reconocer tus metas, tus pasos y que te sostengan en el camino de la meta final. Que estén comprometidos contigo y tu cambio.
Confía en el coach como alguien que te va a estimular, sostenerte en el proceso y la persona que sabe reconocer esas acciones positivas que te lleven al objetivo marcado.
“ Quizás aún no llego a mi meta pero, hoy estoy más cerca de lo que estaba ayer”.
Leticia Codina
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